El caserío, edificio que alberga nuestro hotel, es un espacio sagrado para el pueblo vasco. Significa más que una vivienda ya que es donde sus moradores están unidos a sus antepasados. Como lo define el arqueólogo y antropólogo José Miguel de Barandiarán, la casa es “Tierra y albergue, templo y cementerio, soporte material, símbolo y centro común de los miembros vivos y difuntos de una familia”.
Las instalaciones concilian con armonía, los materiales centenarios y nobles de su estructura con una decoración y habilitación moderna y funcional. Ofrecen los servicios necesarios para dar respuesta óptima a los planteamientos más exigentes. Tanto los salones de descanso como los exteriores próximos a la casa incitan a la lectura y a la conversación, a compartir un paseo o a despedir el sol de la tarde sentado en un murete.
Buscamos la armonía y coherencia con el entorno, incorporando criterios de sostenibilidad medioambiental y compromiso con las personas. Urune es una casa responsable desde su diseño, pensada también para facilitar la accesibilidad de personas discapacitadas a todas sus instalaciones. Es responsable en el uso de materias primas y alimentos ya que prioriza el consumo de productos con criterios de producción ecológica y de comercio justo así como los elaborados en la propia comarca.